Ingenioso, soñador, el profesor Hugo Araya o mejor conocido como el “Tío Hugo” es un ejemplo porque desde el Colegio Philippe Cousteau, lucha ante la adversidad diaria y la indiferencia de sus alumnos que generalmente son de escasos recursos. Para él, lo primero son sus niños, así que busca con sus clases para nada teóricas, que sus cursos se nutran de la magia del arte.


Estudiante de cuarto año de la UMCE, no comparte cuando un pintor connotado deja su pasión de lado. Ella en cambio, pinta para las personas y luego, sus cuadros son exhibidos en alguna galería de Santiago.