Todas las semanas, las informaciones de distintos medios nos dan a conocer las pulsaciones de la carrera presidencial. Sin embargo, como agrupación de manifestaciones artísticas, hemos echado de menos cuál serán las “políticas” a ocupar en un futuro Gobierno, respecto de la cultura.
Siempre dicen lo mismo y, en este tema, prácticamente todos anhelan lo mismo para la cultura en el país: los fondos de desarrollo culturales, que son simplemente esporádicos y no sustentables, con el tiempo.
Me asombra saber que toda la temática se reduzca a que, “en Chile se valora la cultura”, pero al momento de poder hacer una reflexión mayor, sobre el tema, se diga que tenemos materia prima, pero que no toda puede ser encauzada, debido al vil dinero.
Claramente lo anterior se resume en que. Y aquí no se salva nadie, todos quieren aumentar los dineros, para poder financiar proyectos macros, con bombos y platillos, pero, ¿qué pasa con la cultura poblacional, de barrio, de centros culturales, de organizaciones sociales?
Lastimosamente, hay que decir las cosas como son, las autoridades y encargados no saben cuáles son las realidades, las necesidades de muchas personas que, por distintos motivos, no pueden postular a los fondos que, como antes decía, son en vista de quienes se ganan un espacio, pero es el momento de fama y después qué.
Falta mucho, creo, y hay demasiado desconocimiento en el tema. No basta con hacer competir para tratar de ganar concursos públicos, debido a que mientras se sigan gestando personas o actos que den a entender que hay cultura, se deberá partir de una base seria y que no tenga, como peleles, hablando a todos los candidatos de inyectar más recursos, en dineros que son efímeros, como el mismo tiempo que pasaran ellos, en un sillón presidencial.
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