lunes, 15 de junio de 2009

Ninoska Garcés


Sencilla, clara en lo que hace y en lo que quiere. Siempre supo que su área era lo artístico. Sin embargo, pese al talento que tiene, dice no “no creerse el cuento” y ser lo mas autoexigente posible, en los trabajos que realiza.


La música de fondo, de distintos estilos, el movimiento de sus dedos, casi por instinto, dibujando al mismísimo Dalí (retrato) es la bienvenida que hace la entrevistada, quien fiel a su estilo, se mostró risueña y entusiasmada a responder, las distintas interrogantes que se le hicieron.



El chocolate, de una marca que prefiero no revelar, fue cómplice de una entrevista que se fue dando de menos a más, donde la confianza permitió entrar en la vida de una estudiante sigilosa, esforzada, autoexigente, que gusta del dibujar, tanto como “el placer culpable de comer chocolates”, como bien ella lo estipula, en su nick de mail.



 


Sus inicios, de buena dibujante, los recuerda con situaciones que su mamá le cuenta. “Cuando tenía cuatro años, en vez de estar estudiando, estaba dibujando o simplemente tirando líneas”.


Pese a que nunca tuvo claro que quería estudiar Diseño, fueron ciertos hechos, los que hizo que se diera cuenta, de que tenía las aptitudes necesarias. “Había un inspector en el colegio, cuando iba en octavo, el cual me tenía mucho cariño. En retribución a su afecto le regalé un perrito, dibujado, y el me hizo saber lo bien que había quedado mi regalo”.


El paso de los años y el gusto por siempre estar dibujando, hacen que Ninoska, tenga definido qué es lo que más le gusta hacer. “Hasta el momento retratos. Por lo que he visto de mis trabajos, ya que me permiten tener una entrada de dinero que me acomoda y me da a entender de que soy buena en eso”.


 



 


La inspiración es clave al momento de poder proyectar con sus trabajos. Así lo entiende Ninoska. “El ánimo influye mucho al momento de hacer algo. Yo expreso con lo que hago. Tengo la facilidad de hacer los trabajos rápidos. Soy ansiosa de ver los resultados de inmediato. Por lo mismo no me creo el cuento, siempre me critico a mi misma y nunca estoy conforme con lo que realizo”.


“Dibujar es un arte, porque cualquiera no tiene esta habilidad. Quienes cuentan con esta, a veces se dejan estar y no saben aprovechar lo que poseen”, así Garcés define el gran potencial que muchos tienen para dibujar, pero que no dan el tiempo para tener la consistencia necesaria, que se requieren en estos casos.


Finalmente Ninoska aún no define qué será de su futuro inmediato, respecto de lo que estudia. “No me proyecto en lo que estoy. No quiero verme en una agencia todo el día frente de la computadora, sería fome. Me gustaría llamar la atención con exposiciones, tener una tienda, diseñar mis propias cosas”, reflexiona.


 


Portafolio

Compartir:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Facebook