Exitosa resultó ser la propuesta poética-interactiva desarrollada en el Centro de Extensión, de la Universidad Central, el pasado miércoles 29 de abril. En la ocasión, personas de todas las edades compartieron sus experiencias y se dieron cita, para hacer de las manifestaciones culturales, actores principales de la velada. Todo bajo el alero de Bar Per Verso.
Una copa de vino fue la penetración perfecta a la mezcla de cultura y ese saber inexplorado que nos ayuda a dimensionar, la importancia que tiene en nuestras vidas, el arte de convocar a terceros y compartir trabajos literarios, debido a que hoy, como lo ha sido siempre, somos lo que leemos.

Al costado del podio, en el rinconcillo de los acusados, salían a divulgar la buena nueva, todos aquellos poetas que en sus renglones de sabiduría, dan expresión a las cosas más inverosímiles, pero, a la vez, con contenidos infinitos.
El encuentro, que no discriminó rango etáreo, resultó ser placentero, único especial, puesto que llamar a los comensales no es ser parte del momento de gloria, sino seguir en la búsqueda de ese equilibrio, que sólo el tiempo y la escritura nos pueden dar.

Avanzada la jornada, y luego de los aplausos respectivos, el efecto del vino, suave y de un olor envolvente, dio paso a un momento sublime, en el cual los espectadores iban y venían, analizaban y comentaban, se dejaban seducir por quien tenía la misión de contarnos sus escritos, envolvimiento sobrenatural.
Cuando la invitación terminaba, luego de las intervenciones de “venta de poemas”, “un quijote renovado” y “poesía en movimiento”, quienes asistieron tuvieron claro que, son este tipo de encuentros, los que escasean en la actualidad, pero son lo que más se valoran, debido a la fluidez que se da, entre todos los participantes.

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